Síntomas de felicidad

Valores y entornos

Siempre he sido una apasionada del trabajo. Me he pasado muchos años dedicándole más horas a mi profesión que a mi familia, amigos o hobbies.

Si miro hacia atrás no puedo quejarme, he obtenido un montón de satisfacciones personales, a pesar de mi adictiva implicación laboral. Pero, no necesariamente, una mayor dedicación nos trae una mayor felicidad.

Eso me lo ha enseñado la vida y el cuerpo me lo ha contado. Así que, un día, uno que NO eliges tú, el cuerpo te pasa factura y tu inversión no da los réditos esperados.

Otro día, uno que SÍ eliges tú, tomas conciencia de que algo no te cuadra y decides que, en la medida que dependa de ti, vas a ser la dueña de tu destino. Y, entonces, cambias.

Por todo ello, cuando sintáis cualquier síntoma de "no felicidad", os facilito algunas de las preguntas que os pueden ayudar:

1. Para qué hago esto. Cual es mi propósito dentro de este entorno

2. Lo que hago contribuye a algo bueno para mí

3. Contribuye a algo bueno para los demás

4. Cuándo fue la última vez que me sentí feliz en este lugar

5. Qué pierdo y qué gano si salgo de esta situación

6. Qué pierdo y que gano si me quedo

7. Cuánto tiempo estoy dispuesto a seguir con esta situación

8. Qué depende de mi

9. Qué no puedo cambiar

Las respuestas a estas preguntas deben darnos un balance positivo pero, en caso contrario, siempre hay soluciones:

- podemos cambiar nuestra actitud o comportamiento,

- mejorar nuestras habilidades,

- adquirir nuevas competencias,

- tratar de influir en el entorno de forma positiva,

- cooperar en nuevos proyectos,

- aportar nuevos valores,

… o contar para ello con un profesional del coaching que nos pueda guiar.

De todos modos, cuando están en juego nuestros valores, cambiar de entorno por otro mas afín a nosotros, puede proporcionarnos una vida mejor.

Lo importante es que los síntomas sean siempre de felicidad.

www.abrakadabragroup.com

Foto: Leslie-b-Juarez